Horizontes
necesarios.
Noticias de ninguna parte.
William Morris.
Este libro se publicó en el hoy tan
denostado año de 1968. Es un libro muy 68 y apareció publicado en
una editorial, Ciencia Nueva, muy del 68. Una editorial con la que
los futuros cuadros de la transición templaban su acritud contra el
capitalismo, al tiempo que, como la historia vino a demostrar,
anidaba en la mayoría de ellos la esperanza de que ninguna
revolución les arrebatase el disfrute de su biblioteca. En tal
proyecto editorial, cerrado años más tarde en uno de los últimos
coletazos del franquismo, colaboraban militantes y compañeros de
viaje del PCE ( aunque algunas veces me entra la sospecha de que en
realidad el PCE era el verdadero compañero de viaje de la emergente
burguesía socialdemócrata). Para hacerse una idea de lo que fue
aquella memorable editorial, baste decir que en ella aparecieron
títulos tan necesarios, para aquellos tiempos, como Formaciones
económicas precapitalistas de Marx,, Discursos de
Robespierre, Para una sociología de la novela de Lucien
Goldman, Lo verosímil fílmico y otros ensayos de estética
de Galvano della Volpe, o esta novela de Morris que hoy comentamos.
Con portada de Alberto Corazón y Prólogo de Jesús Munárriz.
William Morris (1834-1896) es un
claro representante de una fracción, ilustrada y esteticista, de la
burguesía acomodada británica que acompaña el movimiento
socialista del XIX y que, más allá de sus raíces humanistas, acaba
por apoyar el movimiento emancipador aún sin renunciar a una idea
idílica sobre la sociedad comunista del futuro.
Pintor, poeta, escultor,
publicista inmerso en la estética prerrafaelista e impulsor de
talleres artísticos en donde arte y artesanía tienden a romper sus
fronteras, la figura de Morris tiende, equivocadamente a mi entender,
a ser situada en las coordenadas del socialismo utópico acaso por la
presencia en sus escritos del componente humanista señalado y por su
hincapié en el trabajo manual como clave de la necesaria
desalienación. Noticias de ninguna parte es una utopía
singular que transcurre en un topos concreto: la futura Inglaterra
del sigloXXI. Publicada en 1890 mantiene una estructura narrativa
semejante a la ucronía, A Dream of John Ball, que el autor
escribiera dos años antes ( recientemente traducida por la editorial
Barataria): un miembro de la Liga Socialista se ve transportado en el
tiempo a una idílica Inglaterra que ha superado el capitalismo,
atravesado la etapa de la dictadura del proletariado, cruzado el
momento socialista de “a cada uno según su trabajo” y ha
alcanzado el momento de una sociedad comunal en el que cada uno
recibe “según sus necesidades”, y en la que el Estado ha
desaparecido para dar lugar a la mera “administración de las
cosas”.
En estos tiempos en que el
capitalismo parece haber dejado de ser doctrina para presentarse como
“estado natural”, esta novela podrá parecerles ingenua a
muchos. Harían mal, creo. Nada hay de ingenuo en ella. El paisaje
social que nos propone da entrada a sugerentes reflexiones sobre el
papel de la educación, la condición de género, el control y
dirección de la producción, la relación con la naturaleza, la
canalización social de las pasiones, el papel del arte, la
motivaciones del trabajo, los nacionalismos, o, el trato hacia las
minorías y la disidencia. Porque ese punto de llegada de novela no
impide el trazo del duro camino histórico hasta la arribada:
organización del enfrentamiento con el capital, la violencia
coactiva revolucionaria, la lucha contra los errores de un
autoritarismo que se presenta como atajo, la dificultad en la
determinación de las necesidades, el peligroso uso de tecnologías
alienadoras. En resumen: un repaso a las cuestiones que atañen al
escenario de la transformación del sistema que se nos impone
actualmente (y hasta tal punto se nos impone que ofrecemos
resistencia ante cualquier discurso narrativo optimista.) Una novela
que recuerda que para salir de la derrota es tarea prioritaria
construir otro horizonte.
Texto editado originariamente en la revista LADINAMO
La he encontrado. Editorial Capitán Swing. Está disponible. Creo en eso de construir otro horizonte y la ofreceré en la librería de títulos escogidos que voy a abrir este verano. Buen apunte...
ResponderEliminar