ANTE
LA SILLA ELÉCTRICA. La verdadera historia de Sacco y Vanzetti.
John
Dos Passos. Errata naturae. Madrid 2011.
This
isn’t a poem/ This is two men in grey prison clothes. J.
Dos Passos
Los
libros no caen del cielo. Alguien los escribe, alguien los traduce, a
veces alguien los publica y a veces, normalmente menos de las que
autores y editores desearían, alguien los compra y lee. Es decir,
que en un libro que llega a nuestras manos están inscritos muchos
“actos de voluntad” anteriores y ajenos a ese personal e
intransferible que nos lleva a adquirirlo. Y todas esas decisiones,
la nuestra incluida, construyen una “estructura previa” –
pretextual si se quiere pero no extraliteraria- que forma parte tanto
de lo que ese libro nos dice como de lo que ese libro quiere de
nosotros.
La
edición en 1927 de este libro, traducido ahora por primera vez al
castellano, estaba encaminada a un objetivo muy concreto: evitar la
ejecución de Sacco y Vanzetti, los dos anarquistas italianos
acusados de asesinar en 1921 a un pagador y su escolta durante el
asalto a mano armado a una fábrica textil de los alrededores de
Boston. Se trataba por tanto de esa literatura coyuntural, de
ocasión, de urgencia, que Edmund Wilson, por ejemplo y de manera
condescendiente, califica de escritura “de corto alcance”. Un
texto con contenido y estructura formal determinados por la
finalidad propuesta: exhortar a los lectores, mostrando la
parcialidad, fallos y errores judiciales, a reclamar la revisión de
la sentencia que los condenaba a la silla eléctrica: “Hablen
con sus amigos, escriban a sus representantes en el Congreso, a las
autoridades políticas de su distrito, a los periódicos… Si
mueren, con ellos morirá la poca fe que muchos millones de hombres
conservan en las posibilidades de que se haga justicia en este país.
Exijan la verdad sobre Sacco y Vanzetti…. Salven a Sacco y
Vanzetti.”
Literatura
militante, de combate, testimonial, de intervención, explícitamente
política y, en ocasiones, revolucionaria. Una concepción de la
literatura que, desde las décadas finales del siglo XIX y
acompañando a la emergencia de los movimientos de emancipación
social de corte anarquista o socialista, se ofrece como espacio
estético enfrentado a las ideologías literarias todavía hoy
dominantes que encuentran en las propuestas de raíz kantiana su
sustento: "Lo bello es el objeto de un placer desinteresado".
Una literatura fuertemente implicada en el desvelamiento de las
conductas y comportamientos sociales, hoy menospreciada con paternal
suficiencia por los fundamentalistas de una “artisticidad” que
siguen viendo en el realismo socialista soviético su vade retro
satanás y en la literatura comprometida de Sartre su anatema más
aireado, pero que en tiempos traspasados por el horror cruento de la
primera guerra mundial y la tensión social que el triunfo de la
revolución bolchevique acarreó, encontraría tanto en USA como en
Europa favorables condiciones para su cultivo y recepción. Estamos
por tanto ante un texto que responde a una necesidad fuertemente
sentida en su momento y que se inscribe en una línea literaria que
navega por las fronteras entre la crónica y la ficción, que tiene
su hito referencial en el Yo
acuso de Zola,
retoma las ópticas de Vallés o Dickens, y que, en el propio terreno
de la novela norteamericana, dará lugar a obras tan representativas
como Un financiero
de Theodore H.
Dreiser, Babbitt de
Sinclair Lewis, La
jungla de Upton
Sinclair o Manhathan
Transfer, la obra
cuya aparición había dotado al joven Dos Passos de ese capital
simbólico que pone en juego –compromete- al aceptar el encargo de
escritura que el Comité pro Sacco y Vanzetti, le propone. Ante
la silla eléctrica
es un texto más justiciero que político donde Dos Passos,
simpatizante del comunismo por entonces, no defiende ninguna causa
partidista concreta aunque reclame en nombre de la justicia el
funcionamiento honesto y transparente de un sistema judicial
contaminado por los prejuicios de clase y la xenofobia contra la
población emigrante. Un libro - This
isn’t a poem/ This is two men in grey prison clothes-
que es justa respuesta literaria a las circunstancias concretas del
allí y el entonces que le dan origen. Pero hoy, a casi noventa años
de la ejecución de Sacco y Vanzetti, en tiempos en que Google nos
oferta una plétora de información sobre el caso y sus
repercusiones, cuando cualquiera tiene acceso al film que en 1971
dirigió Giuliano Montaldo con pegadiza balada de Joan Baez como
banda sonora, ¿qué quiere, aquí y ahora, este libro de nosotros?
Sin
duda desde el mecanicista pensamiento periodístico, valga la
contradicción, alguien tratará de encontrar la correspondiente
etiqueta noticiable y en aras de la actualidad de indignados, crisis,
y causas judiciales con escándalo, podrá escribir un reportaje
sobre el “simpático” retorno de la “ingenua” literatura
idealista (“y sus
evidentes límites”)
asociando su publicación con la poco usual aparición en nuestro
escaparate literario de algunas novelas con perfil político y con la
también reciente edición de títulos como Bombas
fuera. Historia de un bombardeo de
John Steinbeck (Edit Capitán Swing),
¡No pasarán! Un relato del sitio de Madrid (Edit
Navona), o Una
tragedia americana de
T. H Dreiser (Punto de lectura). Cabe entender incluso que el
fantasma de la posible reaparición de esta literatura que no
respeta los límites marcados por el reservado el derecho de admisión
kantiano, sea una ocasión oportuna para que una nueva generación
de críticos y reseñistas ensayen la pertinencia de una relectura
generacional más “tolerantemente postmoderna” en lo que afecte a
temas o anécdotas argumentales al tiempo que legitiman su limpieza
de sangre estética insistiendo en el dogma de la artisticidad como
obligación para que lo político resulte aceptable.
Difícil
encontrar respuestas a la pregunta planteada en tiempos en que toda
respuesta parece haberse hecho sospechosa. Pero quizá el camino que
el libro con mayor acierto parece señalarnos sea el de que los
lectores abandonemos nuestra domesticada actitud pasiva, dejemos de
preguntarnos por el qué quiere de nosotros este o cualquier libro y
empecemos a preguntarnos qué queremos nosotros de la literatura.
Constantino
Bértolo.Ladinamo
2011.
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