EL HEREJE o LA ORTODOXIA DE DELIBES.
Martín López Guerra. Sueltos de narrativa, 1998.
La salida a la luz pública de una nueva novela de
Miguel Delibes supone siempre la oportunidad de hacer una relectura
de la tradición narrativa española pues sin duda su obra ocupa un
luger significativo en ella. Ha sido, además, Delibes, un autor
atento a los cambios en la sensibilidad narrativa y obras como la
Parábola del náufrago
constatan su capacidad para el el compromiso literario. Esta nueva
novela, con rasgos de narración ambiciosa y mayor, incorporaba por
tanto una alta expectativa y la esperanza de que con ella el autor
vallisoletano interviniera en el autocomplaciente estado actual de
nuestra narrativa. En ese sentido El
hereje supone una expectativa
defraudada. Su nueva novela, desgraciadamente, reitera y bendice, el
horizonte narrativo dominante en nuestra novela más reciente: trama
novelesca, materiales morbosos (sexo gratuito) para consumo de
lectores superficiales, el género ( novela histórica en este caso)
como colchón, protagonista propicio a la proyección gratificante,
ausencia de conflicto narrativo, psicologismo barato, unas gotas de
erudicción divulgativa y un lenguaje plano - a veces inverosimil-
trufado de un castellano "sabroso" que hará las delicias
de los amantes de nuestro "rico y amenazado" léxico.
Lo curioso es que Delibes no ha tenido que renunciar a si
mismo. En la novela se mantienen sus constantes más claras: "el
realismo de almas", el conflicto interior, la descripción
detallista con regustos costumbristas, el apoyo en la obsesión
reiterativa como modo predominante en la construcción de los
personajes, el análisis moral de las conductas, el escepticismo
ideológico y su facil pulso y ritmo narrativo para mantener el
entramado argumental. Para ponerse al día, es decir, para entrar en
la narrativa de las listas de libros más vendidos solo ha tenido que
dar una vuelta de tuerca a lo novelesco, a eso que hoy se llama
"contar historias entretenidas", es decir, historias de
trazo grueso: sexo explícito y gratuito, intriga pseudopoliciíca
con la Inquisición al fondo, banalización de la Historia - el
erasmismo en España como simple problema de frustaciones personales-
y caricaturización de los personajes. baste decir que todo el
primer tercio de la novela se centra en una historia de deseo y sexo
que atañe al padre del protagonista de la novela absolutamente
gratuita desde el punto de vista de la necesidad narrativa.
Una lástima. Como si el autor de aquella
magistral novela que es Los santos
inocentes
hubiera preferido la versión sobreactuada y comercialoide que se
llevó al cine. Una lástima.
No pasé de la novena página. Me alegra leer que no fui el único que quedó defraudado. Esperaba una evolución...
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