Leer:
Si no interrumpes o no te interrumpen es que no eres nadie.
1)
Cómo creés que será el lector del futuro? Cómo leerán aquellos
que hoy son adolescentes o los que están naciendo?
Bueno
eso va a depender de cómo sea ese futuro. Si suponemos que en ese
futuro la producción de necesidades seguirá estando en manos de los
mercaderes del capitalismo habrá que pensar que los lectores del
futuro leerán obedeciendo a aquello que el mercado les ofrezca e
imponga, pues será la lógica del mercado la que en definitiva
determine el qué editar, el qué leer, el cómo leer y hasta el cómo
sentir. Sin duda la edición digital irá desplazando a la edición
en papel pero seguirá siendo el capital a través de sus medios de
comunicación y publicidad quien determine cuales será esas
necesidades que la edición deberá tratar de satisfacer. Habrá,
esperemos, segmentos de la población que intenten rebelarse contra
ese imposición pero el propio mercado producirá para ellos la
oferta adecuada siempre y cuando les salga rentable. Si los lectores
y lectoras de hoy fuéramos capaces de construir un futuro distinto,
no doblegado a la lógica del mercado, cabe suponer que en la
producción de esas necesidades intervendrían instancias no
mercantiles que ampliarían la oferta y atenderían las demandas que
desde otras instancias sociales o políticas podrían generarse. Como
no soy muy optimista al respeto imagino que, por desgracia, ese
futuro, al menos a medio plazo, será predeciblemente el que el
capital está ahora construyendo aprovechando nuestra pasividad.
2)
Qué forma tomará la literatura, si es que creés que tomará una
forma nueva? Qué forma la poesía, la novelística, el ensayismo?
La
literatura en el sentido fuerte ha sido siempre una actividad
elitista y dirigida a las élites. Acaso a la inmensa minoría pero
minoría. Y precisamente por su naturaleza minoritaria, desaparecida
en el interior de la sociedad de consumo de masas en que actualmente
vivimos, la legitimidad de las elites se ha desmoronado y, en
consecuencia, la literatura como lugar de lo superior ha muerto. Pero
aun muerta la literatura seguirá dando juego porque su cadáver
seguirá gozando de prestigio, sus funerales serán ocasión de
distinción, ceremónias y espectáculos y su herencia será
disputada por sus herederos. Creo que ese cadáver, con sus despojos
y herencias, responderán en el futuro al carácter de lo que
Josefina Ludmer llama literaturas postautónomas. Parece inevitable
que lo que hemos venido llamando literatura se integre y diluya en el
creciente campo de las industrias de ocio y entretenimiento. Perderá
el espacio de distinción que ha venido ocupando en la sacra cultura
humanística para trasladarse al terreno más laico de la cultura
mercantil. Por eso lo más probable es que en ese futuro habrá más
poesía cursi, más ensayos en clave periodística y más novelas con
crimen, investigación y cómodo cinismo. Y seguramente aaparecerán
nuevos tipos de discursos que se adapten a las nuevas tecnologías de
la información y comunicación. Literaturas de hipermercado: muchos
productos y poca variedad. Ya hoy en realidad casi todos consumimos
los mismos libros y vamos viendo como éxito comercial y calidad
literaria tienden a identificarse. Habrá también, supongo, dentro
del hiper un pequeño salón del gourmet para los que vayan de
exquisitos por la vida.
3)
Cuál creés que será el lugar de los autores? Tendrán mas contacto
con el lector que hoy? Se puede tener aun mas contacto?
Más
o menos lo que empiezan a ser ahora: serán una marca comercial al
servicio del cliente. Y ellos mismos tendrán que encargarse de
realizar su propia marketing y promoción. Saben que sino se
convierten en noticia sus libros no aguantarán en los puntos de
venta y por eso los valores del marketing acabarán por contaminar
sus poéticas. Serán mediáticos o no existirán. Ya hoy todos saben
que para que sus libros se vendan lo mejor es poder escribir en las
páginas de deportes de los diarios. Mi reino por una colaboración
en el Marca.
4)
Creés que se tenderá a poner el acento cada vez más en la obra de
las personas o en las personas que crean la obra?
En
razón a lo dicho anteriormente creo que en las personas. En el
mundo editorial todos saben que vende más una entrevista al autor
que una crítica laudatoria. Cuando uno ve que la primera página de
un suplemento de libros como Babelia está ocupada por una fotografía
de escritor o escritora, confirma que el llamado periodismo cultural
cada vez más es simple periodismo del corazón cultural. Y los
autores encantados, esperando a ver cuando salen en el escaparate.
5)
Cómo juega la ansiedad que provoca la hipercomunicacion a la hora de
la lectura? Leemos, dice Piglia, siempre bajo la amenaza de una
interrupción. Y hoy cada vez más.
La
lectura tradicionalmente había sido uno de los escasos lugares donde
escapando del trajín y las urgencias materiales el lector podía
tener la gozosa sensación de habitar “lejos del mundanal ruído”.
La lectura como espacio para la soledad, el silencio y la vida
interior. La biblioteca como reflejo del yo íntimo y auténtico.
Pero hace ya tiempo que vendimos el alma a la autoficción y el
silencio más que un valor se ha convertido en signo de fracaso o
aburrimiento: si tu móvil no suena empiezas a sospechar que estás
muerto social, profesional o laboralmente hablando. Ahora y cada vez
más, leemos en medio del ruido, de las llamadas, del reclamo del
twitter, del whatsaap, del facebook. El ruído ya no es una molestia
sino una señal de éxito, de reclamo, de estar viviendo con
intensidad. Diría que lo que ya no soportamos es que no nos
interrumpan aunque solo sea para poder quejarnos de esa interrupción.
Si no interrumpes o no te interrumpen es que no eres nadie.
Entrevista que va ganando vigencia con el paso del tiempo.
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